Literatura de Ciencia Ficción y Fantasía
.: la FUNDACION on line :.
.: la web de ISAAC ASIMOV :.
.: el BUSCADOR :.
Aquí puedes introducir la palabra clave, el título de la obra o el autor.

.: la FUNDACION on line :.
es una publicación electrónica
sobre ciencia ficción y fantasía

Envía tus dudas o colaboraciones a:
fundacion.online@gmail.com



 
 
.: los ARTÍCULOS :.
EL MITO DEL SER ARTIFICIAL (I)

Tal y como comenta Elisabeth Frenzel, "la idea de producir artificialmente un ser humano evitando el acto sexual constituye uno de los sueños dorados del hombre" (1). Este sueño tan preciado -y todavía incumplido y, por lo tanto, aún sueño- es el eje sobre el que se articula el relato El Hombre Bicentenario (1976) y muchas otras historias de su autor, Isaac Asimov.

Toda la trama de la obra gira alrededor de su protagonista, el robot Andrew Martin, que no es ni más ni menos que un ser artificial, una obra de la creación humana construida artificialmente. Es, por tanto, un autómata que se rige por las conocidas tres leyes de la robótica ideadas por Asimov (2). Como gran parte de la obra literaria de Asimov, este relato se fundamenta en el desarrollo del mito de la creación de vida que conviene analizar desde sus principios.

El mito de la creación de vida y de la creación de un hombre artificial no es de aparición reciente, no es, como se podría pensar, consecuencia de la revolución tecnológica. Este mito es un de los más antiguos creado por el hombre, y lo encontramos ya en la Antigüedad Clásica; según la explicación de la doctora Frenzel, la creación del mito resta ligada con los antiguos mitos de la creación de diversas civilizaciones que nos presentaban a un primer Hombre nacido sin la realización del acto sexual, como, por citar un cercano ejemplo, el cristianismo que explica como el Hombre fue creado del barro.

Gian Paolo Ceserani afirma en relación al mito del hombre artificial que una de las causas de la aparición de este mito es la aspiración del Hombre de "superar sus propios límites existenciales, (…) buscar la realidad e investigar las complejas leyes del Universo." (3)

Repasemos, brevemente, la historia del mito haciendo mención a algunas de las obras fundamentales y que se relacionan con la obra sobre la que trata este artículo. La mitología clásica griega es una de las primeras en recoger el mito de la creación de vida, lo podemos comprobar en la Metamorfosis de Ovidio; en los inicios del calendario cristiano, donde se hace referencia a la historia del titán Prometeo, el constructor de hombres, quien valiéndose del conocimiento y de la tecnología -que posee después de robar el fuego de los dioses para entregarlo a los hombres como consecuencia de su "excesivo amor por los mortales"(4)- y aplicando técnicas escultóricas, es capaz de crear vida. Prometeo no es tan sólo un aliado de los humanos –o mortales- sino que también es su creador; el fuego robado al cielo da la vida y la ciencia necesarias a las estatuas. La insolencia no será entendida por los dioses y Prometeo será condenado -en versiones posteriores del mito los dioses lo perdonaran-. Este mito resulta esencial debido a su importancia histórica y, sobre todo, al tratamiento y reformulación sufridos hasta la actualidad. Es, además, el punto de partida y de referencia de una obra como Frankenstein o el Prometeo encadenado de Mary Shelley.

También es importante hacer referencia al mito de Pigmalión que aparece en la ya citada Metamorfosis de Ovidio. En este caso, que sigue unos patrones similares al mito prometeico, Pigmalión es un artista que desconfía de las mujeres pero que no soporta la soledad. Par combatirla, creará una estatua de marfil con formas femeninas que empezará a amar. Ante la incipiente voluntad de vitalización de la figura, la diosa Venus le concederá el don de la vida a la imagen -que en la tradición posterior a Ovidio será llamada Galatea-. Pigmalión se asegura la nobleza de la mujer, ya que ésta es creada a través del intelecto. Permitidme hacer hincapié en este mito, especialmente para recordar un fragmento del mismo, en concreto en momento en que Galatea palpando el mármol llega a comprender la diferencia entre su estado actual y el estado no-vital, tal y como veremos que le sucede al protagonista de El hombre bicentenario.

No quisiera terminar esta parte dedicada a la mitología griega sin apuntar de forma breve otros mitos que también recogen la idea de la creación de vida artificial como son el mito de Hefesto, las leyendas de Dédalo al servicio de Minos, la creación del perro artificial en el viaje de los Argonautas, el gigante Talos encargado de vigilar la isla de Creta, etc.

La tradición judía también presenta su mito sobre el hombre artificial en la figura del Golem -que etimológicamente significa cosa inacabada, informe-. El Golem es un ser artificial creado del barro -elemento que se repite- y que gracias a una tira de papel enganchada en su frente por los rabinos, que son de alguna forma, los enviados de Dios a la Tierra, toma vida pero siempre como sirviente del hombre, con una serie de limitaciones y de diferencias como la falta de voz, pero con una fuerza sobrenatural que acarreará como consecuencia que sea necesario, en muchas ocasiones, que su creador retire la tira -llamada Schem- y haga desaparecer así a la criatura.

El mito y, en este caso, su representación formal también se mantienen durante la Edad Media, a través de figuras de bronce y piedra animadas mecánicamente; también pasará por un período de revisión durante el siglo XVIII donde se tendrá un punto de vista optimista frente a la creación artificial.

La recreación del mito llega hasta la actualidad, pasando por obres interesantes como el Fausto de Goethe o el ya citado Frankenstein de Mary Shelley, encarnándose en la figura de los robots artificiales (5), seres metálicos que son también hombres artificiales filtrados por el matiz de la visión tecnológica contemporánea, tratados en la literatura por autores como Ray Bradbury o el mismo Asimov.

Nos encontramos, pues, frente a un mito que sitúa al ser humano en el rol de creador, pero no un creador cualquiera, sino un creador de vida, un creador de imágenes, pero de imágenes vivas y, en el caso que nos ocupa, un creador de imágenes vivas hechas a imagen y semejanza de él. Esto sitúa al hombre en un estado de dios, de Creador con mayúsculas porque es creador de vida y, en consecuencia, suplanta el papel de Dios.

Pero además también nos encontramos con la figura del creado, una figura nueva que también manifiesta necesidades vitales y con la que aparece un nuevo rol y un nuevo mecanismo de relaciones entre él, su creador y su entorno.

Una vez conocido el origen y la evolución del mito, en la próxima entrega analizaremos como se entronca el mito enla obra de Isaac Asimov.


1.- FRENZEL, E. Diccionario de motivos de la literatura universal. E.Gredos, Madrid: 1980.
2.- Asimov explicaba que las Tres Leyes fueron creadas por John W. Campbell en una conversación mantuvieron el 23 de diciembre de 1940. Las Tres Leyes de la Robótica son:
I.- Un robot no puede lesionar a un ser humano, o, por medio de la inacción, permitir que un ser humano sea lesionado.
II.- Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley.
III.- Un robot debe proteger su propia existencia en la medida que esta protección no sea incompatible con la Primera o Segunda Ley.
3.- CESERANI, G.P. Los falsos adanes. Historia y mito de los autómatas. E.Tiempo Nuevo, Caracas: 1971.
4.- ESQUILO. Tragedias. E. Gredos, Madrid: 1986.
5.- La palabra 'robot' apareció por primera vez en la obra Rossums Universal Robots (R.U.R), del checo Karel Capek publicada en 1920.


© Carlos Moreno

 


El autor: Carlos Moreno
Carlos Moreno es licenciado en Comunicación Audiovisual y es un aficionado a la literatura, especialmente a la novela de aventuras y de ciencia ficción. Fundador del Grupo Asimov, grupo dedicado a analizar la vida y obra del escritor Isaac Asimov, y de la revista electrónica la FUNDACION on line.
Si representas a alguna editorial, puedes hacernos llegar información referente a las novedades editoriales a través de fundacion.online@gmail.com

CIENCIA FICCIÓN FANTASÍA Y MISTERIO EN .: LA FUNDACION ON LINE :.
fundacion.online@gmail.com
| Cualquier contenido que afecte a los derechos de autor ruego sea comunicado | Esta web NO distribuye obras de Isaac Asimov | ©1999 - 2005