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ENTREVISTA HOMENAJE AL DOCTOR FERNANDO JIMÉNEZ DEL OSO

Fernando Jiménez del OsoEl pasado 27 de marzo, después de unos meses de enfermedad, nos dejaba el Doctor Fernando Jiménez del Oso, el hombre que acercó el mundo del misterio y de los enigmas al gran público español. Un amplio trabajo que abarcó la televisión, la radio, la prensa y sus libros,en su afá por descubrir que se esconde detras de los misterios de la Humanidad. Podemos estar en mayor o menor acuerdo con la labor de Jiménez del Oso, pero lo que sí que es cierto es que él era un hombre convencido de lo que hacía y entregado a su trabajo, a pesar de la tendecia a manchar todo aquello que lleve la etiqueta de "periodismo del misterio".

En los últimos cuatro años el Doctor colaboró con Ediciones Nowtilus dirigiendo dos colecciones, La Puerta del Misterio, claro homenaje a su programa de televisión en TVE, e Investigación Abierta, dedicado al periodismo más arriesgado sobre temas históricos, sociales y de actualidad. Precisamente, la colección La Puerta del Misterio fue cerrada con el último libro de Jiménez del Oso, “En Busca del Misterio”. Un resumen de su carrera detrás de la realidad escondida.

Desde .: la FUNDACION on line :. también nos queremos acercar a la literatura sobre el misterio y a sus autores y es por ello que reproducimos a continuación una entrevista concedida al Gabinete de Comunicación de Ediciones Nowtilus, con motivo del lanzamiento de “En Busca del Misterio” (septiembre 2003) y que sirve como modesto homenaje a la figura de este, como mínimo, gran comunicador. Descanse en paz.

De todos los países y lugares que has visitado, ¿cuál te ha dejado una huella más profunda?

Podría responderte que la India o, mejor aún, Egipto, donde cada vez que voy vivo nuevas e intensas sensaciones, pero te mentiría, porque son muchos los lugares que, por una u otra razón, han dejado huella en mi ánimo. No es sólo el sitio, su ambiente o su historia, cuenta mucho el momento interior, la capacidad que se tenga en ese instante para integrarse, para “resonar” con el lugar. La sensación de euforia que experimenté un día cruzando los Andes, no la he vuelto sentir jamás, pero, si volviera, estoy seguro de que esa sensación sería distinta. La Naveta d´Es Tudons, en Menorca, me resultaba tan familiar como mi propia casa, sin embargo, una noche, al aproximarme a ella, percibí la presencia de algo indefinible y ominoso con más fuerza que en ningún otro lugar del mundo, al punto que fui incapaz de seguir avanzando; lo curioso, por utilizar algún adjetivo, es que Pilar, mi mujer, que iba conmigo, sintió lo mismo. Por eso te digo que no es sólo el sitio, han de darse otros factores para que esa experiencia que deja huella se produzca.

Si en muchas ocasiones la falta de documentación histórica escrita sobre sucesos acontecidos en el viejo continente supone un problema, me imagino que la situación se agrava de manera superlativa al cruzar el océano Atlántico…

La historia nunca es historia en el sentido estricto de la palabra, siempre tiene un grado de tendenciosidad y de artificio, tanto en el momento de escribirla, como en el de interpretarla. En América falta documentación escrita, es cierto, pero los cronistas de Indias recogieron innumerables leyendas y tradiciones que hoy se consideran veraces. Sin embargo, entre toda esa información oral abundan las referencias a hechos y personajes extraordinarios que, aun procediendo de las mismas fuentes, se consideran absurdas. ¿Crees que se les daría más crédito porque figurasen escritas en un códice?

En busca del misterio¿Podríamos definir este libro como el resumen de tus viajes en la búsqueda del misterio?

No, necesitaría una veintena de libros como éste para recoger la parte sustancial de lo que he visto y de lo que he vivido, en el supuesto claro está, de que recordase las muchas anécdotas que se producen en cada viaje, lo que a mí, que apenas tomo notas, me resulta imposible. En busca del misterio es el primer intento serio que hago de compartir con el lector lo que he experimentado, aprendido y reflexionado sobre algunos misterios en unos cuantos lugares del mundo. Es un libro un tanto extraño, lo confieso, difícil de clasificar, pero creo que tiene los ingredientes necesarios como para no defraudar a quien lo lea.

En el primer capítulo del libro nos hablas de la isla de Pascua. ¿Demasiados misterios en tan pocos metros cuadrados?

Así es. Esa isla perdida en mitad del Pacífico sigue siendo un cúmulo de enigmas, varios de ellos desconcertantes, que, pese a su empeño por explicarlos desde posiciones ortodoxas, los arqueólogos y antropólogos al uso no han sido capaces de resolver. Aplicado el sentido común, creo que aporto, si no soluciones definitivas, un nuevo punto de vista a alguno de esos misterios, como el de los moai.

¿Qué misterios destacarías de la civilización maya?

Su obsesión por la medida exacta del tiempo, que les llevó a ser magníficos matemáticos y astrónomos. Su concepto casi cósmico de lo trascendente. Su desconcertante modelo estético. Su escritura, comparada por muchos con la cretense. Su arte, similar en algunos aspectos al oriental y que ha dado pábulo a las más extrañas teorías. La cultura misma, en suma, tan original y depurada, que hace de ese pueblo una excepción en el mundo antiguo.

En el continente asiático también se encierran muchos misterios, tal vez demasiados. Los extraños sellos de arcilla en el Valle del Indo, destellos de una avanzada civilización del pasado en el corazón de Pakistán,… ¿Crees que las guerras constantes en la zona y la desidia humana pueden llegar a borrar las huellas del pasado?

Es una constante: unas culturas se superponen a otras, y generalmente lo hacen destruyendo a las precedentes. En el Valle del Indo fueron los indoarios quienes arrasaron la espléndida civilización que llevaba siglos asentada a ambas orillas de ese mítico río, pero en América los aztecas y los incas hicieron lo mismo, para, a su vez, ser víctimas, culturalmente hablando, de los europeos. Sin embargo, la acción destructiva más “eficaz” ha ido generalmente de la mano de lo religioso en todos los continentes, y sigue siendo así. En las guerras convencionales actuales, los museos y enclaves arqueológicos suelen carecer de valor estratégico y son respetados, pero cuando interviene el fanatismo religioso no hay respeto alguno por lo cultural; lo sucedido en Afganistán con las enormes estatuas de Buda es un buen ejemplo.

No quisiera pasar por alto el capítulo que destinas a Tierra Santa, el Mar Muerto o a los misterios que encierra Masada, una de las reservas arqueológicas más espectaculares de Oriente Medio. ¿Existen claros paralelismos entre las culturas ancestrales de esta zona y las que aparecieron en América?

Se ha especulado mucho con esa idea, habitualmente sin otro argumento que la similitud entre las tradiciones mítico-religiosas. Viracocha creó al hombre “a su imagen y semejanza” partiendo del barro, los aztecas-mexicas vivieron un éxodo equiparable al judío, en busca de una tierra de promisión y con arca de la alianza incluida, hay el recuerdo ancestral de diluvios “universales” con sus correspondientes Noé locales, muchas de las enseñanzas impartidas en su tarea “evangelizadora” por los dioses maestros americanos son prácticamente idénticas a las que se recogen en el Nuevo Testamento, la cruz también representaba en ese continente al hombre trascendido… A mi juicio, los mitos son universales y, como los símbolos, están implícitos en el inconsciente colectivo, no hay por qué aludir a una influencia cultural.

Cuéntanos alguna anécdota de tus viajes…

Hay tantas que no se me ocurre una en concreto, pero si te diré que en algunos viajes ha habido tal cúmulo de casualidades decisivas para el resultado del rodaje, que tenía la sensación, todo lo absurda que quieras, de que “alguien” manejaba los hilos. Por lo demás, podría destacar las muchas ocasiones en las que, por una u otra razón, siempre aparentemente casuales, me he librado de una catástrofe o de un accidente en el último momento. Son circunstancias que te obligan a replantearte el concepto del destino, de lo predeterminado. En todo caso, me he vuelto un tanto fatalista y cuando se ha parado el motor de la avioneta o me han apuntado con un kalasnikov no he sentido miedo: de alguna manera, sabía que ese no era “el día”.

A tenor de lo encontrado y de lo que todavía falta por desentrañar, ¿crees que sería válido considerar la hipótesis de una ayuda o intervención externa?

¿Por qué no? A mi juicio, los hechos que dieron nacimiento a la mayoría de las religiones son más verosímiles desde esa perspectiva que desde la meramente divina. Los “dioses maestros”, presentes en multitud de tradiciones, encajarían perfectamente en esa hipótesis, pero la gente es tan pintoresca que considera menos disparatada la idea de que Dios se mezcló con algunos pueblos “elegidos”, organizando su vida, que la de una intervención extraterrestre.

Enlace: La Puerta del Misterio
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