ÁNGELES Y DEMONIOS
DAN BROWN
UMBRIEL
ISBN: 8495618710
608 páginas
Paperback (Tapa Rustica)

¿Ángeles y demonios o Ciencia y religión? Probablemente, el segundo título describiría mejor y serviría para contextualizar de forma más clara la última novela publicada en España de Dan Brown, tras el fenómeno literario del año -¿de la década?- El código Da Vinci. Antes de que alguien deje de leer esta reseña pensando que se trata de una continuación de El código Da Vinci hecha de prisa y corriendo para aprovechar el filón, conviene advertir que esta novela fue publicada antes aunque se edita ahora en muchos países arrastrada por el éxito de la que, originalmente, fue su secuela.

Si buscan aquí la opinión de un detractor de la obra de Brown, quedan avisados de que no la encontrarán. Por encima de la calidad literaria o no del escritor afincado en Neuva Inglaterra, creo que en estas dos novelas Brown demuestra su capacidad de atraer al lector desde la primera página y se erige como el narrador moderno de la literatura de aventuras. Y El código Da Vinci y Ángeles y demonios no son otra cosa que eso, novelas de aventuras; quien las lea no debe hacerlo buscando trascendentalismo o reflexión, sino que debe plantearse su lectura como quien se plantea ir al cine a ver una película de James Bond o de Indiana Jones –de hecho, algo de estos dos personajes hay en la figura del experto en simbología Robert Langdon, protagonista de las novelas del Brown-.

Las aventuras de Langdon siempre rozan lo increíble, especialmente El código Da Vinci donde se concatenan hechos casi milagrosos –también habrá milagros en Ángeles y demonios- y eso puede provocar el rechazo del lector que busca realismo. Si a eso le añadimos que Brown tiene una especial fijación con los temas del misterio –griales, sociedades secretas, conspiraciones eclesiásticas, etc.- no es de extrañar que muchos lectores y críticos minusvaloren sus novelas. Creo que El código Da Vinci era una novela ‘excesivamente' increíble, con demasiadas casualidades en el guión y demasiadas imposibilidades lógicas; además, el exceso de voluntad de participación del lector a través de acertijos –algunos absurdos e inocentes- o de explicaciones anecdotarios pueden llegar a aburrir. En cambio, estos errores no aparecen en Ángeles y demonios, donde la acción aunque increíble, parece más lógica y consecuente.

La muerte de un científico mientras desarrollaba una peligrosa tecnología es el punto de partida de la novela. El protagonista, Robert Langdon, será llevado a Europa, a un poco conocido centro de investigaciones científicas donde descubrirá que tras la muerte de este científico se esconde la sombra de los Iluminados, una antigua hermandad formada, entre otros, por Galileo Galilei y Bernini a priori desaparecida y que aunó esfuerzos de la comunidad científica e intelectual en contra del poder de la Iglesia durante siglos. A partir de aquí, Langdon acompañado de la hija de científico, Vittoria Vetra, empezarán una investigación que les llevará a descubrir una trama que tiene como objetivo al destrucción del Vaticano y la muerte de los cardenales allí congregados para decidir el nombre del futuro Papa. Langdon deberá descubrir el camino de los Iluminados y ayudado por la guardia suiza encontrar la bomba que explotará a medianoche… el resto, mejor lo leen.

Como ya se ha dicho, Ángeles y demonios es una novela de aventuras, donde la acción no decae en ningún momento, con una trama bien orquestada, con unos personajes que actúan de forma sorprendente aunque justificada y con un final bien diseñado y que pocos imaginarán. A partir de aquí, debates sobre el poder de los Iluminados, discusiones sobre la existencia o no de los mismos, del papel enigmático de la Iglesia y demás, son debates que el libro puede sugerir, pero que en ningún momento son contenidos dogmáticos del mismo. Si algo bueno tienen los libros de Dan Brown es que son capaces de crear polémica y de plantear a la gente que quizá las cosas no son como nos las cuentas –ni siquiera como él las cuenta-. Si tienen ganas de una lectura de aventuras fresca léanlo o les gusto El Código da Vinci, léanlo.

© Carlos Moreno 2005
Reproducido con permiso del autor