«…Todo se resume en que deseamos contar historias, y que éstas hagan pasar un buen rato al lector, el cual nos debe pedir más. Escribimos para ser leídos…»
Eduardo Gallego

Conocí a Eduardo Gallego y Guillem Sánchez en una Hispacón en Burjassot (Valencia) a mediados de los años 90. Ya entonces trabajaban en ese ambicioso y sorprendente universo literario que es el UniCorp. Sus novelas y relatos pasan de varias decenas, han ganado todos los Premios convocados en España (el UPC, el Alberto Magno, el IGNOTUS) y han publicado sin cesar desde hace más de una década. Un biólogo y un economista veterano de las fuerzas especiales constituyen una peligrosa combinación —sobre todo para entrevistadores no avisados— que ha demostrado ser absolutamente imprescindible para comprender la ciencia ficción española contemporánea. Algunos especialistas les consideran como los más solventes escritores del género en su generación, verdaderos continuadores de la ciencia ficción con sentido de la maravilla de la etapa clásica. Son dos personas de amplias lecturas y buena formación, como escritores aunan oficio, voluntad y un sentido innato de la aventura, sus obras nos dicen mucho de nuestra época y miran al futuro con una mezcla de temor y esperanza, siempre de forma realista. Y con sentido del humor… (Pedro A. García para Silente y BEM, reproducido en .: la FUNDACION on line :. con permiso del autor)

(Silente) Eduardo, Guillem, estáis a punto de ver publicada una nueva novela, «Buscando a los antiguos dioses», ¿qué se siente?

Guillem Sánchez (G.S.): Siempre es agradable que un viaje arribe a buen puerto y la publicación de la obra significa esa meta. Lo que ocurra a continuación ya no depende de los autores; son los lectores quienes toman el relevo y deben hacerla suya. Esperemos que esto sea así, y que disfruten con ella.

(Silente) ¿Es un buen sitio una Hispacón para presentar nuevas obras? ¿Qué echas en falta o qué crees que se puede mejorar en las Hispacón en este sentido?

GS: Cualquier sitio es bueno, pero la convención tiene la ventaja de reunir a un numeroso contingente de aficionados. En cualquier caso ninguna obra triunfará por la presentación que se haga de la misma. Depende mucho más de que sea capaz de hallar su público, de comunicarse con él y que éste pueda reconocer sus sueños en el relato. Si es así la obra triunfará dentro de cada uno de esos lectores.

Eduardo Gallego (E.G.): Es bueno que una obra se presente en un acontecimiento público, mejor cuanto más multitudinario. En cuanto a la segunda pregunta, lo ideal sería que las HispaCones tuvieran más afluencia y participación del "gran público", y no sólo los aficionados al género.

(Silente) ¿Qué nos podéis decir de Buscando a los antiguos Dioses? ¿Y de Tras la línea imaginaria que se publica ahora también?

GS: Son bastante distintas entre sí, aunque tienen elementos comunes. Tal vez el más destacable sea su clara orientación a la aventura, que usamos para ir forjando, martillazo tras martillazo, a los protagonistas que se ven envueltos en ella. En ninguna de las dos obras hay superhéroes capaces de solucionar todos los problemas a mamporrazos, ni nadie cuya personalidad inicial salga incólume de las desventuras que ha sufrido.

EG: En efecto, son dos novelas bien diferentes. Tras la línea... es muy anterior, tanto por la época en que fue escrita como por su ubicación en el Unicorp: antes del Desastre. Es un relato que podríamos incluir en el "escenario principal" unicorpero. Buscando... es, en cambio, una historia que transcurre en un mundo olvidado, donde la civilización ha perdido sus raíces.

(Silente) Una historia intensa en un escenario que no es el central de vuestro universo de referencia y sin embargo es muy rica en detalles ¿Os gusta Jack Vance? ¿Es Buscando... una novela de planeta como diría Saiz Cidoncha?

GS: No responderé a una pregunta sobre …l, pues Su nombre no debe ser mencionado en vano, no vaya a ser que el Día de la Crítica Final nos sea negada la entrada al Paraíso Moribundo

EG: Vayamos por partes. Vance es el mejor descriptor de mundos y sociedades, con diferencia, y mi autor de CF favorito (con permiso de La guerra interminable, de Haldeman). En cuanto a si es una novela de planeta... No sé. El planeta condiciona el comportamiento de los humanos, pero nos interesa más cómo reaccionan éstos frente a la injusticia y la adversidad. Asimismo, intentamos que tanto el escenario como los actores sean atractivos, y capten la atención del lector, despertando su sentido de la maravilla.

(Silente) Los Universos literarios son un recurso extendido en el género fantástico. El UniCorp es, (junto a los clásicos universos de la serie de El Orden Estelar de Torres Quesada, La Saga de los Aznar de Pascual Enguídanos y el Imperio Galáctico de Saiz Cidoncha), el universo literario más importante de la ciencia ficción española actual. Decidnos: ¿Qué es el UniCorp?

GS: Alguien dijo que el género novelesco es "un saco donde todo cabe" así que podría parafrasearlo y decir que el Universo Corporativo viene a ser lo mismo. Debido a su extensión y variedad, casi cualquier argumento podría tener cabida en él. Tratamos a pesar de ello de dotarlo de cierta consistencia, tanto en el tratamiento de los personajes como en las situaciones. La verdad es que no sé hasta dónde podremos llegar, pero no parece tener más límites que los de nuestra propia imaginación.

EG: Uf... Desde que empezamos a cartearnos, cuando el mundo era joven, nos pusimos a elucubrar acerca de un escenario de CF donde ubicar posibles relatos. A ciencia cierta, no sé cómo salió, pero poco a poco fue cobrando vida propia: la preponderancia de las corporaciones y las multinacionales sobre los gobiernos; conflictos bélicos de diversa índole; auge, caída y renacimiento de la civilización... Se trata de un telón de fondo en el que caben todo tipo de relatos: épicos, intimistas, alegres, tristes...

(Silente) Los duos de escritores son bastante usuales en la ciencia ficción, recordemos a Larry Niven y Jerry Pournelle. Pero lo que no es tan usual es que la relación literaria sea tan larga y fructífera. ¿Cuanto tiempo hace que escriben juntos Guillem Sánchez y Eduardo Gallego? ¿cuantas obras ya?

GS: Hace tanto que escribimos juntos, que cuando empezamos todavía íbamos a la escuela. En cuanto a las obras... ¿Debo responder sólo las que hemos dado por buenas o también contabilizo las que han ido a la papelera?

EG: Como me da pereza contarlas, y son tantas ya, remito al lector a nuestro sitio web: SITIO OFICIAL DEL UNICORP

(Silente) Ahora respondedme cada uno ¿Eres un lector que escribe o un escritor que lee? ¿Debe gustarle la ciencia ficción al escritor de ciencia ficción? Sé que parece un galímatías la pregunta, pero ¿cómo lo veis?

GS: Con respecto a la primera pregunta, sólo se trata de un juego de palabras de ésos que parecen ingeniosos, pero carecen de substancia. No niego que hay mucha gente que "se come el tarro" con semejantes cuestiones, pero cuando maduren ya se dedicarán a cosas más serias.

EG: Y puestos a decir obviedades, antes de empezar a escribir se debe haber leído; a ser posible, distintos géneros literarios. En cuanto a la última pregunta, pues creo que sí, que a uno debe gustarle el género en el que se encuadran sus novelas. Lo contrario se me antoja absurdo.

(Silente) ¿Cómo ha ido evolucionando vuestro estilo?

GS: ¿Es una pregunta con trampa?

EG: Creo que nos mantenemos fieles a él: claridad expositiva, porque nos preocupa que el lector comprenda lo que queremos comunicarle. Tratamos de cuidar el idioma, procurando no atiborrarlo de adjetivos y melifluas metáforas que chorreen como el pringue. Nos encanta el humor, aunque tratamos de que no se desmande. Y nos preocupa cómo sienten los personajes. El cinismo que embarga la sociedad del UniCorp (y la nuestra) se ve atemperado por la piedad y la compasión (a veces). Conforme pasa el tiempo, tratamos de pulir el estilo, de escribir mejor, de incorporar lo que la vida nos va enseñando, pero no traicionamos las premisas básicas (jo, qué bien me ha quedado...).

(Silente) ¿Cómo os lleváis con las etiquetas? ¿Donde meteros? ¿Ciencia ficción militar? ¿Ciberpunk? ¿Acción y aventuras? ¿O Hard sci-fi con sentido de la maravilla?

GS: Las etiquetas pueden ser útiles, usadas con moderación, a efectos de análisis. Permiten interpretar o explicar mejor la dramatología, y aún la narratología de una obra. Por lo que respecta al lector no se me ocurre qué beneficio pueda reportarle el encasillar las obras de modo tan estricto, sobre todo cuando los autores llevamos tantos años con todo tipo de mezclas y experimentos hibridatorios. Lo mejor es dejarse de etiquetas y leer lo que nos guste en cada momento. Por lo que a mí respecta, el que acostumbre a escribir más sobre algunos géneros en concreto me parece puramente anecdótico.

EG: Para que los encasilladores no sufran un ataque de alferecía, colócanos en la tradición de los contadores de historias, que se preocupan por sus lectores y que buscan la complicidad con ellos.

(Silente) Destaca en vuestras obras el extraordinario verismo de las acciones de combate y lucha en vuestras novelas ¿Qué tenéis que decir al respecto?

GS: Es frecuente que las novelas, y mucho más las películas, estropeen completamente la parte militar de las mismas. Eso sólo es debido a la ignorancia de quienes escriben sobre lo que no conocen, proporcionando imágenes falseadas, edulcoradas y grotescas de lo que es un acontecimiento cargado de dramatismo. También hay quien confunde el tener buenas intenciones -o sea, detestar la guerra-, con ser ignorante con respecto a este tema. Lo único a lo que nos puede conducir la ignorancia de la historia militar, unida a una visión romántica o maniquea de la guerra, es a la próxima guerra.

EG: Por otro lado, en la guerra se muestra lo peor y lo mejor del ser humano: actos de altruísmo increíble, frente a la vileza más rastrera. Es un tema que nos interesa mucho. Y hay una cierta fascinación por las máquinas de guerra, no lo niego. Representan la contradicción de nuestra especie: muestras increíbles de genio, pero que sirven para matar a nuestros semejantes. No obstante, procuramos reflejar lo que hay detrás de la guerra: el sufrimiento de la población civil. Esto se nota especialmente en las dos últimas novelas publicadas por Silente.

(Silente) ¿Somos lo que escribimos o escribimos lo que somos?

GS: Un momento, que voy a por una moneda... «¡Clinc!» Lo segundo, por supuesto.

EG: Jo, y yo con estos pelos... Me temo que aún estoy lo bastante sobrio como para no saber cómo responder a la pregunta. Obviamente, conforme van pasando los años, la vida va pasando factura, y eso se refleja en los relatos. Se llama madurar. Aunque, como dijo cierta fémina, los hombres no maduramos, sino que nos vamos haciendo viejos. Y... Bueno, ya se me ha olvidado la pregunta.

(Silente) En El nombre de la Rosa se nos recuerda que para la antigua escuela platónica, que tanto influyó en el cristianismo, la risa era enemiga de la gravedad y la seriedad, a veces parece que algunos críticos profesionales actuales son de tendencia platónica ¿Debe ser aburrida y falta de ritmo la ciencia ficción para ser buena literatura?

GS: Algo que sea aburrido y falto de ritmo no puede ser literatura, de ningún tema o género. A lo sumo puede tratarse de "algo mal contado". Con respecto a Platón, recordemos que su ideal de sociedad expulsaba de sí toda forma de imaginación, de sueño, o de transgresión. En cuanto a los críticos, la verdad es que hay muchos con una amplitud de miras maravillosa y su interés creciente por la literatura fantástica se ve reflejada en las publicaciones académicas, que cada día más a menudo tratan de estos géneros. El problema es que este nivel de crítica rigurosa y seria no existe dentro del fandom, ni parece que al fandom, todavía demasiado endogámico, le interese el mundo de la crítica seria más académica.

EG: Estoy de acuerdo. Creo que en el fandom no hay críticos, sino gente que simula serlo. Igual que un charlatán espabilado puede pasar por científico usando una determinada jerga, remedar a un crítico es sencillo. Los lectores, que no suelen estar versados en crítica literaria seria, son engañados con facilidad. Recomiendo la lectura de nuestro relato El factor crítico para hacerse una idea de lo que pasa por la mente de esos peculiares seres. Resumiendo: una obra es buena cuando está bien escrita, gusta a la gente y pasa a la historia. Y punto. Al resto, el tiempo se lo llevará.

(Silente) ¿Cuáles son vuestros autores de referencia, aquellos que os han influido?

GS: A mi el que más me ha influido es Eduardo Gallego. A ver qué otro es capaz de borrarme algo que he escrito, y encima luego propinarme una bronca.

EG: Pues tú también me has enviado algún que otro inicio de novela a la papelera, acusándome de ñoñería insoportable...

(Silente) ¿Y con los lectores?¿Cómo valoráis la relación con los lectores?

GS: Genial. Cuando hablas con ellos nunca dejas de sorprenderte, por el modo en que se han metido dentro de una historia que creías que era solo tuya. Son capaces de ver, o interpretar, cosas que incluso al autor a veces se le escapan.

EG: Esencial. Se debe establecer una complicidad con ellos. Todo se resume en que deseamos contar historias, y que éstas hagan pasar un buen rato al lector, el cual nos debe pedir más. Escribimos para ser leídos, no para expresar alguna recóndita pulsión del alma.

(Silente) De vuestra ya amplia obra, decidme dos novelas o relatos que creáis más significativos.

GS: Un padre no puede escoger al mejor de sus hijos.

EG: Al menos, no en público...

(Silente) En nuestro país hay varias generaciones muy diferenciadas de escritores de ciencia ficción… Los pioneros nacidos en los años 20 y 30 del siglo XX… los veteranos de Luchadores del Espacio como Pascual Enguídanos (George H.White), Tomás Salvador,… que se hicieron célebres en los años 50, la generación de los clásicos, con Torres Quesada, Domingo Santos, Saiz Cidoncha, quienes llevan en la batalla más de 40 años,… la generación de los que empezaron a publicar en los 80-90 y tienen ahora entre 30 y 50 y finalmente los más jóvenes… Decidme… ¿debe cada generación reinventarlo todo? ¿Cómo es vuestra relación literaria y humana con los pioneros y con los clásicos del género?

GS: Es una relación de admiración y respeto. La desgracia de este país es, precisamente, que a menudo cada uno debe partir de cero. El único modo de llegar a lo más alto es que te aúpen los gigantes. Por eso es tan importante una cultura enraizada dentro de una sociedad viva, que sepa respetarla y mejorarla. Naturalmente, lo que digo vale para todos los aspectos de la ciencia y la cultura. Piensa en la fuga de cerebros que este país sufre desde hace décadas, y que aún no hemos sido capaces de evitar.

(Silente) La situación internacional que estamos viviendo, con la alianza de extrema derecha y multinacionales en Washington, el auge de los mercenarios o contratistas, fuerzas corporativas al fin y al cabo... ¿no os asusta el poder de especulación de la ciencia ficción? ¿No encontráis nada en la realidad actual que se asemeje al UniCorp?

GS: Cada día más a menudo encuentro grandes parecidos entre lo que publican nuestros periodicos y lo que publicarían los periódicos del Unicorp.

EG: Cuando releo nuestro relato Como caído del cielo, me asusto. El resurgimiento de los fundamentalismos se me antoja especialmente preocupante; cada vez se parece más al inicio del Unicorp. Ojalá no seamos profetas...

(Silente) Joe Haldeman, el famoso autor de La guerra interminable, es miembro de un Consejo Asesor del Pentágono sobre la guerra en el futuro... ¿Que les dirías a nuestros amigos del Ministerio de Defensa?

GS: Tal como dije en la despedida de las Jornadas sobre Seguridad y Defensa del ejército, celebradas este año en Sigüenza: "Aquí lo que va a pasar es lo que comentábamos ayer, durante el almuerzo"

EG: …Pues que paguen mejores sueldos a los soldados, que traten bien a los militares y que consigan que tengamos unas Fuerzas Armadas pequeñas, pero altamente eficaces. Si no, apaga y vámonos.

(Silente) Eduardo, has ido varias veces a las Trobadas de Ciencia Ficción de Mataró, ¿Puedes contarnos brevemente tu experiencia en estos encuentros? ¿Te gustaría su continuidad?

EG: Por supuesto. Constituyen una suerte de HispaCon en miniatura, con gran afluencia de aficionados, y un nivel que sube año tras año. Me agrada que haya una ciudad en España que se tome en serio la CF, y que se dé continuidad a su divulgación. El ambiente que se respira es muy agradable, y respecto a la comida... Ya me relamo pensando en la siguiente.

(Silente) Se habla de vuestro Universo literario como algo único en la ciencia ficción española actual, quizá el hecho de la amplitud de obras y miradas con las que lo habéis ido nutriendo lo explique ¿Cómo situaríais el UniCorp en el marco de la ciencia ficción en nuestro país?

EG: Ni idea. El Unicorp es único e intransferible. Tal vez lo más parecido sea el universo narrativo de Cidoncha: un escenario bien construido, con una cronología clara en la que la civilización sufre altibajos, donde encuadramos obras diversas. Nos gusta el humor, pero ante todo priman la aventura y el sentido de la maravilla.

(Silente) Y finalmente, ¿tiene futuro el UniCorp? ¿qué nuevas sorpresas preparáis para los lectores?

EG: Pues sí. De momento, trabajamos en una novela que completaría lo que se cuenta en La embajada y Asedro (alguien lo ha llamado "Ciclo de Beni"), y después planeamos escribir una serie de obras enmarcadas en un futuro más distante, con los alienígenas que aparecen en Me pareció ver un lindo gatito (por cierto, este cuento ha sido reeditado recientemente en www.bemonline.com). Y hay más proyectos en curso, sobre los que iremos informando en nuestro sitio web.

© Pedro A.García (para Silente y BEM)
Publicado con permiso del autor