Tras arrasar el mercado de la venta de libros con la publicación de versión en castellano de "El Código da Vinci" y "Ángeles y Demonios", Umbriel se dispone a lanzar un nuevo libro que promete seguir los pasos de los bestsellers de Dan Brown. El título:"La historiadora".
"La historiadora", primera novela de la escritora Elizabeth Kostova, centra sus trama en el planteamiento de la hipótesis sobre la existencia real e, incluso, actual, del mítico personaje de Drácula. Una muchacha descubre la posibilidad de la existencia de Drácula a través de unas misteriosas cartas que obran en posesión de su padre, profesor universitario. Ambos iniciarán un viaje en busca del mentor del profesor, Bartholomew Rossi, un historiador que desapareció misteriosamente en su búsqueda de Drácula.
En las primeras semanas en EEUU, la novela se ha convertido en un auténtico bestseller y por eso no es de extrañar que sus derechos se hayan vendido a 28 lenguas y que Sony haya comprado ya los derechos de la película para la realización de una adaptación cinematográfica para 2006.
Como muestra del interés suscitado por al obra de Kostova, Aranzazu Sumalla, directora de Umbriel, ha afirmado a la prensa que "nuestro sello ha hecho una apuesta por esta obra como en su día hicimos con las novelas de Dan Brown y prueba de ello es que, tras una larga puja, pagamos 100.000 euros por los derechos en español, que es la cantidad más alta que hemos dedicado a un libro". Umbriel lanzará el próximo 16 de septiembre una primera edición de 100.000 ejemplares para España y otros 50.000 para Latinoamérica.
La novela: La Historiadora Durante años, Paul fue incapaz de contarle a su
hija la verdad sobre la obsesión que ha guiado su
vida. Ahora, entre papeles, ella descubre una historia
que comenzó con la extraña desaparición
del mentor de Paul, el profesor Rossi. Tras las
huellas de su querido maestro, Paul recorrió antiguas
bibliotecas en Estambul, monasterios en
ruinas en Rumania, remotas aldeas en Bulgaria…
Cuanto más se acercaba a Rossi, más se aproximaba
también a un misterio que había aterrorizado
incluso a poderosos sultanes otomanos, y
que aún hace temblar a los campesinos de
Europa del Este. Un misterio que ha dejado un
rastro sangriento en manuscritos, viejos libros y
canciones susurradas al oído. Para Paul y su hija
llegar al final de la búsqueda puede significar un
destino mucho peor que la muerte. Porque a
cada paso que dan, se convencen más de que él
les está esperando. Él, cuyo nombre despierta terror en el corazón
de los hombres. A lo largo de siglos, se le ha
considerado un mito. Ahora, alguien se atreve a
buscarlo a través de los rincones más oscuros de
Europa y Asia buceando en los más remotos
pasajes de la historia para encontrar la verdad.
¿Qué tiene que ver la leyenda de Vlad, el
Empalador, con el mundo moderno? ¿Es posible
que el mito de Drácula realmente existiera… y
todavía exista? Las respuestas a estas preguntas
van más allá del tiempo y las fronteras; respuestas
que busca primero Paul y luego su hija desde
las bibliotecas del Ivy League hasta las profundidades
de la Europa del Este. Ciudad tras ciudad,
en monasterios y archivos, en cartas y conversaciones
secretas, la horrible verdad sobre el oscuro
reinado de Vlad, el Empalador sale a la luz. Analizando crípticas señales y textos escondidos,
leyendo códigos secretos tejidos en las tradiciones
monásticas medievales y eludiendo a
enemigos desconocidos capaces de llegar hasta
el final para proteger los viejos poderes de Vlad,
la hija de Paul se acerca peligrosamente al secreto
de su propio pasado y a la verdadera definición
de lo malvado.
La autora: Elizabeth Kostova Elizabeth Kostova nació en Nueva Londres, Connecticut,
en 1964. Se graduó en la universidad de Yale y ganó el
Wallace Prize de narrativa. Posee un BA en Filología Inglesa y un MFA de la Universidad de Michigan, donde
ganó el premio Hopword a la mejor novela en ciernes.
Conoció a su marido Georgi en Bulgaria en 1989, y desde
entonces no se han separado. Su primera novela, La
historiadora, que ha podido escribir gracias a múltiples
trabajos que le han costeado su pasión —ha sido jardinera,
profesora de inglés comercial y colaboradora en varias
revistas—, es fruto de diez años de investigación y de las
historias sobre Drácula que le contaba su padre. Esta
primera novela le ha valido un adelanto de su editor
americano de 2.000.000 de dólares con el que nunca
soñó y con el que ha podido darse el placer de comprarse
una nueva casa en Ann Arbor, Michigan. En palabras de
la propia Elizabeth: “Hemos pasado estrecheces, así que
una de las cosas que hemos hecho, y que había decidido
hacer aunque vendiera los derechos del libro por sólo 10
dólares, fue comprar dos buenos pijamas cómodos”.
Entrevista con Elizabeth Kostova
Entrevista facilitada por Umbriel Editores / © Umbriel Editores
La historia y las obsesiones son los temas
principales de La historiadora. ¿Qué despertó su
obsesión por Drácula?
Mi padre es profesor y, cuando era pequeña, nos
llevó a Europa del Este. Viajamos por todos esos
países y visitamos lugares preciosos y, un día,
empezó a explicarme unas historias de Drácula
increíblemente escalofriantes. Estaban un poco
influidas por la novela de Bram Stoker que, por
cierto, es una lectura muy recomendable, y por las
películas clásicas que Hollywood había hecho del
personaje. Y entonces, hace diez años, un día que
había salido de excursión con mi marido y nuestro
perro, tuve una visión; ví a un padre explicándole
esas mismas historias a una hija y pensé: “¿Qué
pasaría si la hija supiera que, de alguna manera,
Drácula los está escuchando?”. Creo que cada
novela tiene su momento de génesis, y el mío
fue ése.
Igual que los personajes del libro, usted parece que
emprendió su propia investigación en el periodo
previo a la escritura y durante la misma. ¿Cómo
progresó esa investigación a lo largo de diez años?
Afortunadamente, cuando empiezas a escribir no
sabes que te va a llevar diez años terminar. ¡Si lo
hubiera sabido, posiblemente me habría echado para
atrás! Pero la investigación es adictiva, es como la
misión detectivesca más fascinante del mundo.
Y la investigación para la literatura de ficción es
especialmente fascinante porque las posibilidades
están mucho más abiertas; lo que vas descubriendo
puede cambiar el rumbo de la trama y eso es
tremendamente emocionante. Terminé el viaje con
una maravillosa simetría con el de los personajes.
¿Por qué eligió los años treinta, cincuenta y setenta
para desarrollar la acción?
Me interesaba dar la sensación de revivir el siglo XX y
situar la acción en esa época sin tener que recurrir
directamente al referente de la segunda guerra
mundial. Si lo piensas bien, el siglo XX es, desde
muchos puntos de vista, un éxito considerable. Y
quería trazar un paralelismo implícito entre la historia
medieval y el siglo XX. Algunas cosas de las que han
pasado en la historia reciente te hacen pensar en si
de verdad hemos progresado tanto en estos últimos
quinientos años. ¿Supo, desde el principio, lo que los personajes
descubrirían sobre Drácula, o también fue una
sorpresa para usted?
Sabía que quería que la historia girara en torno al
misterio de su tumba. Es un misterio real y objetivo
sobre este personaje, y así también se mantiene el
mito de Stoker. Es el clásico “problema” de las
historias de fantasmas: tienes una tumba, pero no
tienes cadáver.
Es posible que algunos lectores incluso acaben por
mostrarse compasivos con Drácula. ¿Era esa su
intención?
Quería retratar un poco al Drácula humano, porque
fue una persona real. Obviamente, el Drácula de
Stoker no lo era, pero para muchos rumanos es una
figura heroica que frenó el avance del imperio
otomano. Aún así, nadie niega que fuera un sádico
de marca mayor. Quería mostrar esa complejidad sin
convertirlo en una figura extraordinaria.
Para ser una novelista debutante, tiene que hacer frente a las grandes expectativas que rodean a su
obra, incluyendo el hecho que la editorial le hizo un
adelanto de dos millones de dólares. ¿Cómo lo
lleva?
Para ser sincera, todo me cogió bastante por
sorpresa. Lógicamente, todos los escritores quieren
lectores pero yo escribí esta novela más como algo
privado y obsesivo. Y cuando se levantó tanto
revuelo, ¡me costó un poco creerme que no me
estaban gastando una broma! Desde entonces, el
mayor cambio ha sido que ahora me dedico
exclusivamente a escribir. Estoy intentando
esforzarme al máximo con mi próximo libro. |