En 1986 el conocido escritor de comics Frank Miller (Sin City, Daredevil, Ronin) hizo su obra más ambiciosa hasta la fecha (quizá con excepción de su continuación DK2). En ella planteaba un universo DC oscuro y amargado, donde las glorias de la edad superheroica habían terminado por culpa de las manipulaciones políticas y la hipocresía de la sociedad estadounidense. Estamos hablando de Batman: The Dark Knigth Retuns.

Estamos a veinte años en el futuro. La guerra fría no ha terminado y las tensiones que posiblemente lleven a una guerra nuclear están en aumento. Batman, el Señor de la Noche se ha retirado y ahora es solo Bruce Wayne, un millonario playboy que vive al máximo la vida, y hace obras de bien social -como la rehabilitación de Harvey Dent, el viejo Two Face o Dos Caras- . Aun asi aunque Gotham City (la recordada Ciudad Gótica de los lectores de Novaro) ha visto a toda la galería de criminales de Batman desaparecer (simple: al irse Batman, ellos no tenían a una razón para existir; caso evidente es el Joker o Guasón, que ahora es solo un vegetal), está ahora asediada por la salvaje banda de los mutantes. Un grupo que no está dispuesto a escuchar razones y que causa la muerte y destrucción por placer, liderados por un grotesco e inombrado líder.

Bruce Wayne trata de negar su pasado, pero ante la amenaza de los Mutantes, una voz surge en su interior, un demonio personal lo llama a volver a ser, el ser casi mítico que una vez fue, y es así como una noche… Batman renace.

Pero no crean que la sociedad lo aceptará así como así. De hecho el gran enemigo en esta historia no son los supervillanos, sino el establishment yanqui que no quiere ver como el poder para vivir en su sociedad de lotófagos egoístas, ya sea a nivel personal o nivel político se le escapa de las manos. Porque Batman reclama ese poder para si. Él tiene el poder de decisión que termina quitando a la gente de Gotham City por su propio bien.

Y he aquí que la leyenda vive de nuevo. Desafiando las leyes de la lógica, el anciano que es Bruce Wayne se vuelve un titán físico y vuelve a trepar los muros como si se mantuviese aun joven. La delincuencia en Gotham disminuye gracias al Caballero Negro y los mutantes son humillados de tal manera que terminan convirtiéndose en Los Hijos de Batman (o los S.O.B.s en el original, que también podría significar los Sons of a Bitch o Hijos de Puta, mostrándonos el humor negro de Miller). Surge un nuevo Robin tras la muerte trágica de Jason Todd que forzó a Batman al retiro, Carrie Kelley. El Gobierno lo ve de otra manera. Ve que alguien está tomando el control por ellos y no les gusta. Después de la renuncia del comisionado Gordon (el querido comisionado Fierro), la comisionada Ellen Yindel organiza una cacería sistemática de Batman. Pero así como Batman ha vuelto, Joker también, al sentir que tiene de nuevo una razón para vivir y mata a todos los invitados del talk show de ¿David Letterman?, perdón, David Endochrine (Endocrínico) en este mundo de humor negro y al final el Señor de la Noche tendrá que cruzar la fina línea sobre la que se ha balanceado durante toda su vida y deberá matar a Joker antes que siga su sendero de homicidio.

¿Creen que las cosas no pueden empeorar?. Ronald Reagan, reelegido como presidente, termina metiendo a los USA en una guerra directa con la Unión Soviética por la isla de Corto Maltese (justo homenaje al gran maestro del comic Hugo Pratt, al ponerle el nombre de su personaje más famoso a la isla, y a la vez una crítica directa a la injusta intervención yanqui en Cuba), confiando que su fiel boy scout, Superman vendrá a sacarlos del escollo y a patear el trasero a los Soviets. Desgraciadamente ni todos los poderes del Hombre de Acero bastarán para impedir que un misil nuclear especial, diseñado para destruir la ecología y el poder eléctrico en las Américas, detone y deje al Kryptoniano casi moribundo.

Batman al ver el caos social que se producirá recluta a los Hijos de Batman y devuelve el orden social a Gotham a la fuerza. Las declaraciones de muchos ciudadanos que decían "estar haciendo lo correcto" al pensar solo en salvar sus propias vidas y dejar que el resto se muriese, serán decisivas para que el Gobierno quiera ver a Batman muerto de la mano del mismísimo Superman, pero Batman ya está preparado para darle la batalla de su vida al Hombre de Acero con kryptonita sintética y una mano de Flecha Verde (Green Arrow) en su papel de liberal a ultranza, opuesto a la administración Reagan. El resultado final de esta lucha de titanes -el Alienígena Más Poderoso Del Universo contra el Humano Definitivo- deberán verlo por ustedes mismos y de seguro que les sorprenderá.

Este comic aunque está hecho básicamente para entretener, no deja a un lado una aguda crítica social de la sociedad de los USA. Es un poco como ha dicho Frank Miller en una ocasión: si hubiesen superhombres estarían combatiendo al gobierno, no al crimen. Y he aquí que Batman a pesar de ser prácticamente el ángel guardián de Gotham es reflejado por los medios de información televisivos como una amenaza. De hecho, estos medios se revelarán como los verdaderos narradores de la historia, omnipresentes y omniscientes, reflejo de un público que no piensa, resaltando por su vacuidad e incompetencia a la hora de informarle (podría hacerse una interesante comparación con la sociedad americana descrita por John Brunner en El Jinete De La Onda de Shock). El ciudadano burgués promedio es retratado como un ser egoísta desinteresado por el mundo en general y los demás en particular, a tal extremo que Miller lleva a preguntarse al lector quien es más peligroso, este o los supervillanos. De hecho cuando algo los inspira a ser mejores -en este caso, Batman- llegan convertirse en vigilantes enloquecidos. Los Mutantes, por otra parte, representan a la juventud sin valores, sin héroes en quienes creer, por lo tanto carentes de ideales y esperanzas y sin nada que perder. De tal modo, que pueden dedicarse a los excesos más salvajes. Y el gobierno yanqui se ve reflejado en el fascismo actual que vivimos con Bush Jr.

El apartado visual es muy sugestivo, pasando entre páginas salpicadas de viñetas a primeros planos como si de una película se tratase (no en vano Miller hizo los guiones para las películas de Robocop) y los personajes dibujados con un estilo muy realista. El estilo visual de Miller juega con la página y atrapa al lector desde la primera ojeada. Es, como dicen muchos entendidos, un estilo de comic de novela negra.

Y claro está siempre presente el murciélago que inspiró a Batman a convertirse en lo que es ahora, el totem animal que lo devuelve a la vida y le hace recordar que el es un ser que infunde miedo en los corazones de las personas.

Dicho todo esto solo me queda recomendar Batman: The Dark Knight Returns como un hito histórico en los comics de los ochenta y una auténtica obra de arte. Espero que ustedes sepan disfrutarla.

© Daniel Mejía
Publicado originalmente en Ciencia Ficción Perú
Reproducido con permiso del autor