PERROS BAJO LA PIEL
Luis Ángel Cofiño
Editorial: Juan José Aroz Editor
Colección: Espiral, 35
Fecha de publicación: Octubre 2005
Precio: 14 €
Páginas: 393

Luis Ángel Cofiño despliega todo un arsenal de personajes al servicio de la trama de “Perros bajo la piel” que empieza a girar tras la confirmación de la recepción de una transmisión de procedencia no terrestre en la Estación Toliman, en el año 2448. A partir de aquí uno podría pensar que la historia, como ha ocurrido en otras ocasiones, se fundamenta en el posible contacto entre la civilización humana y los emisores de la señal, pero en “Perros bajo la piel” no sucede así. Cofiño sabe conducir la novela hacia el terreno de la especulación política y, aunque la historia se acompasa entre los hechos que acontecen en la Tierra y los progresos que se producen en la nave donde viajan los expertos encargados de obtener más datos sobre la señal, donde el autor se muestra más cómodo es en el desarrollo del juego de intrigas y oscilaciones de los encargados de la gestión de la crisis.

Como ya se ha dicho, el punto de partida de la novela es la recepción de la señal que deriva en la reacción política de la presidenta de Naciones Unidas, encargada del gobierno de la Tierra y sus colonias que decidirá el envío de una nave cargada de expertos de diferentes ámbitos y campos que tendrán que interpretar el carácter de la señal. La novela presenta un marcado carácter coral, bien resuelto por el autor, especialmente por lo que respecta al desarrollo de la trama en la Tierra frente a la trama, paralela pero más centrada en las relaciones humanas, del Espacio –de la nave-. La novela se sitúa, según la cronología interna, tras “El Cortafuegos” -que confieso no haber leído pero que, sin duda, debe resultar interesante para descubrir como el autor desarrolla la situación política y social hasta llegar al colapso que en “Perros bajo la piel” ya ha sido superado- valiéndose el autor de la sugerente evolución especulada de nuestra civilización para narrar una intriga en la que se nos descubren las pasiones, intrigas y la relatividad de las situaciones y actitudes de personales de una serie de personajes sobre los que recae el peso de la que puede ser, quizá, la decisión más importante de la Humanidad. Al frente de todo ello la presidenta de Naciones Unidas, acompañada de su marido, sus “amistades” y sus colegas junto a otros personajes que van desde el casi anonimato hasta altos cargos de servicios secretos y cuyas historias se entretejen mientras la sociedad reacciona ante las noticias. Es la trama de “Tierra” –por denominarla de alguna forma- la que destaca del libro ya que, al menos en mi opinión, el interés que despierta la especulación y lo bien que crea el amrco de relaciones de los responsables del destino de los humanos, unidos al universo creado, hacen que la historia avance de forma ágil, manteniendo siempre alerta al lector sobre los auténticos motivos que mueven a los personajes. A su vez, sobre esta trama subyacen otros temas como los nacionalismos, la genética humana, las relaciones con las colonias, etc. Por su parte, en el desarrollo de la historias y los personajes del “Espacio”, Cofiño se centra más en el apartado de las relaciones humanas, en las uq también el lector sigue atento a los dobles juegos de los personajes, y la desliga en gran parte de lo que acontece en la Tierra. Probablemente, uno de los puntos fuertes de las historias que se desarrollan con los personajes ubicados en la nave que estaciona en la Estación Toliman, sea la de la relación con la Inteligencia Artificial en la que se confían todas las esperanzas de traducción de la emisión interceptada, una pequeña historia dentro de la trama central, pero con un interesante tratamiento.

Probablemente la reseña ha sido más críptica que el mensaje que da origen a la trama, pero es que realmente el argumento de “Perros bajo la piel” es difícil de describir en tan sólo unas líneas. De hecho, “Perros bajo la piel” es el resultado de rescribir “Quien gobierne la Tierra”, su primer texto, tras conocer que tras una consulta en Cyberdark que determinó que “El cortafuegos” –escrita después por Cofiño y que describe el pasado de la sociedad tratada en esta novela- era votada como mejor obra para regalar a un amigo que no fuese aficionado y lo cierto es que tras leer “Perros bajo la piel” no es de extrañar. Cofiño se atreve con un novela difícil de escribir por el formato, con un principio atrayente que engancha ya que, a pesar de partir de un clásico argumento, prescinde  tópicos y se vale del inicio para presentarnos un mundo que, pese a la distancia temporal, se describe con realismo y a través de una trama de especulaciones y relaciones políticas y sociales que sumergen al lector en esta sociedad futura bastante cercana a la nuestra. A medida que avanza la novela el interés modifica su focalización en el tema del contacto para pasar a centrarse en los propios personajes, sus relaciones y sus decisiones. Bien lo describe el editor Juan José Aroz en la presentación del libro, “el concepto, expresado en una palabra o idea, es quizás, la relatividad de las cosas. Lo mucho que damos por supuesto simplemente porque es lo que siempre hemos visto a nuestro alrededor”. “Perros bajo la piel” es una buena oportunidad para descubir a un autor español que sabe afrontar una obra con una trama compleja y que avanza a través de la coralidad de unos personajes con todos los defecto humanos, pero sobre los que reace un peso más que importante. Y es que, ¿cómo reaccionaría la Humanidad y sus gobernantes ante la recepción de un mensaje extraterrestre? ¿Sería capaz de superar una crisis como la que ya estuvo a punto de hacer desaparecer la especie? ¿Y si todo fuera mentira?

© Carlos Moreno, 2005